Nuestro Kimchi de la Comida del Templo se inspira en la cocina budista tradicional, que evita el uso de productos de origen animal e ingredientes muy condimentados.
Un proceso de fermentación natural permite que los sabores puros de las verduras cobren protagonismo. Este kimchi "comida de templo" tiene un sabor mucho más suave que el kimchi tradicional, pero conserva su aroma característico. Al no utilizar las cinco especias picantes (ajo, cebolla, puerro, chalotas y cebollino), su sabor es más sutil y refrescante, y carece del fuerte olor que se suele asociar a otras variedades de kimchi.
Disfrute de nuestro saludable kimchi "comida de templo", perfecto para quienes buscan una opción más ligera.
El kimchi puede conservarse hasta un año. Si se pone demasiado fermentado o agrio para su gusto, se puede utilizar de forma creativa en platos como arroz frito con kimchi, tortitas de kimchi o incluso espaguetis de kimchi.
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